Diseñar tarjetas de presentación parece no ser cosa
del otro mundo, sin embargo, si no se hacen adecuadamente, su utilidad será
nula.
A continuación enumeramos siete maneras en las que
es mejor no confiar al momento de elaborar este tipo de trabajos visuales.
1.- Hacerlas con PowerPoint o Word
Existen programas específicos para hacer tarjetas de presentación con seriedad.
Si las haces con programas muy básicos, tu trabajo parecerá el de un novato
2. Atiborrar de información
No se trata de un folleto, sino de una tarjeta de presentación, si pones mucha
información en ella, sólo generas ruido y puedes dar hasta un imagen sucia. La
información que en ella se coloca debe ser breve y concisa: nombre, cargo o
profesión, datos de contacto
3. Muchas tipografías distintas
A lo mucho utiliza dos fuentes con sus variaciones entre cursivas y negritas.
El uso de muchas tipografías denota falta de experiencia y de conocimiento
acerca de las capacidades y alcances que cada fuente tiene.
4. Usar plantillas prediseñadas
Si para eso eres diseñador, para que tú seas quien se encargue del diseño
completo de las tarjetas. Demuestra tu originalidad al realizar productos
exclusivos, cien por ciento hecho por ti.
5. Fondos estridentes
Procura usar fondos limpios que no distraigan la atención de lo esencial, que
es identificar a la persona que porta la tarjeta.
6. Impresiones corrientes
No tendrá mucho sentido hacer un gran esfuerzo de diseño si la impresión es de
mala calidad y denota inexperiencia.
7. Seguir demasiadas tendencias
Las modas vienen y también se irán. Si realizas tus tarjetas con demasiadas
tendencias imperantes, en poco tiempo se verán obsoletas y tendrán que pasar
por un nuevo proceso de diseño.