Una de las opciones que nos pasan a todos los creativos por la mente cuando estamos estudiando la carrera es la de tener nuestra propia agencia, despacho o estudio de diseño. Estos tres nombres, y otros más, pueden resultar confusos, sin embargo al final la única diferencia entre uno y otro es el número de personas que laboran dentro de cada organización.
Si tienes la idea de emprender tu propia agencia, despacho o estudio de diseño no la dejes morir por nada del mundo. Mucha gente te va a decir que es algo muy difícil de lograr, pero te recomiendo solo escuchar buenos consejos y los malos simplemente dejarlos ir. Es por eso que te quiero compartir 4 consejos que te servirán para alcanzar tu meta:
1. Solo hazlo:
A veces lo que nos limita para tomar ese paso decisivo entre emprender o no es el miedo. Sin embargo lo mejor que puedes hacer es arriesgar, y aprovechar tu edad y tus conocimientos para explorar. Te aseguro que tendrás muchos tropiezos y fracasos, pero a la larga te servirán de experiencia para hacer la cosas bien.
2. Especialízate en algo:
Tus clientes van a querer ver algo único en ti que no tenga tu competencia. Ya sea que te vuelvas conocido por tu forma de ilustrar, o por tu estilo de animación, tienes que tener un extra que motive a las personas a decidirse por ti.
3. Trabaja con tu círculo cercano:
Cuando comiences lo que posiblemente te va a costar más trabajo es conseguir clientes, y esta es una de las principales razones por las que las personas prefieren tirar la toalla y dejar su proyecto atrás. Lo más recomendable es que busques tus primeros clientes “en casa”, es decir que con tus familiares y/o amigos ofrezcas tus servicios. Te aseguro que conseguirás más de uno.
4. No hagas gastos innecesarios:
Es necesario ir paso por paso para irle dando forma a tu agencia de tal manera que a largo plazo puedas llegar a tus metas establecidas. Es muy común que la gente consiga un préstamo u inversión, e inmediatamente consiga empleados, equipo y oficinas. La mayoría de las veces estas personas fracasan. Comienza trabajando con la misma laptop que utilizaste en tu carrera y reúnete con tu equipo de trabajo en sus propias casas o en cafés. Cuando sea el momento de dar el siguiente paso tú lo sabrás.
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