Ram Castillo, diseñador y director de arte premiado, compartió en Robert Half una serie de consejos para que todo diseñador sepa qué incluir, qué no, y cómo ponerlo en un portafolio digital.
Lo primero es siempre contar con un portafolio digital en la red, porque es más fácil que lo consulten los empleadores que generalmente no disponen de tanto tiempo y así lo pueden consultar desde cualquier parte.
Aunque suene trillado, el portafolio debe ser una refinada selección de su mejor trabajo que se adapte a hablar con el papel creativo que buscas ocupar. Pero más allá de las obviedad Castillo recomienda:
1. Debe ser de diseño adaptativo, pues puede ser consultado desde un móvil.
2. Debe tener tu nombre y / o logotipo visible en la cabecera.
3. Debe presentar fotos o representaciones de su trabajo de calidad.
4. Contener imágenes en tamaño adecuado y no en miniatura. No caigas en la trampa de hacer miniaturas demasiado pequeño sólo para que pueda adaptarse. Las miniaturas son para mostrar una vista previa de una pieza que se puede ver con claridad.
5. No olvides dar la opción de compartir en social media en cada proyecto mostrado. Si tu trabajo es impresionante, la gente lo compartirá. Que sea fácil para ellos hacerlo. Con esto ganas que tu trabajo sea expuesto a los amigos de la persona que lo comparte y segunda es que ganas un defensor de tu marca, lo que te asegura un trabajo potencial en el futuro.
6. Debe presentar títulos de contexto. Las cinco piezas de información sugeridas son: Cliente de la Agencia, Desafío (resaltar el objetivo primario en dos o tres frases), Rol (especificar su función y dar crédito donde es debido) y los resultados (explicar cómo el proyecto fue recibido cuando se puso en marcha).
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