La labor del diseño es parte de un constante aprendizaje que nunca se detiene y en el que nunca dejas de crecer. De cada experiencia nueva que vivas en tu desarrollo profesional puedes obtener nuevos elementos que a futuro te serán de gran utilidad, enumeramos cinco de ellos que muy seguramente obtendrás.
1.- Se aprende tanto de expertos como principiantes
Solemos conferirles toda autoridad a los profesores o a los expertos del ramo de la creatividad visual, pero también suelen equivocarse, sobre todo en este rubro que a veces suele ser tan subjetivo. Del mismo modo, la frescura de un creativo principiante puede aportar muchas ideas valiosas.
2.- Los clientes no siempre tienen la razón
Y esto es problemático porque lo que sí hacen siempre (o así tendría que ser siempre) es pagar por el trabajo. Tienes que desarrollar la capacidad de convencer al cliente con argumentos sólidos de que tu propuesta es la más creativa y exitosa.
3.- La originalidad es un activo
Vas a influenciarte por muchos artistas y creativos, pero no los imites. Desarrollar tu propio estilo es labor de todos los días y sólo con constancia y mucha conciencia lo puedes lograr.
4.- Los errores se cometen sólo una vez
Los errores son necesarios en todo proceso de aprendizaje, pero repetirlos significa que no existe una verdadera enseñanza. Necesitas desarrollar tu capacidad de autocrítica para avanzar en tu trabajo y ser más asertivo.
5.- La creatividad se hace en equipo
Trabajar en equipo significa saber escuchar a los demás, aceptar sus propuestas, desarrollar una capacidad de diálogo y descubrir que la labor se facilita si aprendemos a delegar y a ser constructivos en conjunto con los demás.
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